Cernir la harina con el polvo para hornear, la sal y el azúcar y colocarla sobre la mesa en forma de corona. Batir las yemas ligeramente; mezclar la manteca con la leche tibia y colocar todo en el centro de la corona. Tomar la masa con la punta de los dedos desde el centro hacia afuera. Remojar los granos de anís en agua tibia, secarlos y agregar a la masa.  Amasar hasta que tome consistencia suave. Hacer un rollo de 3 cm de diámetro y cortar porciones de 2 cm de ancho. Con la mano aplastar para dar una forma redondeada. Colocar en placa enmantecada y cocinar en horno caliente. Quedan inflados y dorados. 

4 tazas de harina común.  
2 cucharaditas de polvo para hornear. 
Una pizca de sal. 
1 1/2 taza de azúcar molida. 
7 yemas de huevo. 
100 g. de grasa o manteca. 
Una taza de leche. 
Una cucharadita de anís en grano.