Cría de Pavos
blancos
El pavo blanco de pechuga ancha -conocido como pavo
híbrido que selecciona la Estación Experimental Agropecuaria (E.E.A.) del INTA, Pergamino, proviene del
cruzamiento de dos líneas. De una de ellas, la llamada "S", se utiliza al macho, que al
inicio de la etapa reproductiva pesa aproximadamente 20 kilos. De otra línea, denominada "H", se emplea a la hembra como progenitora, cuyo peso no supera los siete kilogramos.
Esta gran disparidad de tamaño impide el apareamiento natural, por lo que se hace imprescindible la difundida técnica de inseminación artificial.
Como los pavos reproductores alcanzan la madurez sexual alrededor de la
semana número treinta de vida, la adquisición de planteles debe preverse con esa anticipación. El único lugar donde se dispone de planteles sin tener que recurrir a la importación es en el IN'TA. En efecto, a través de un convenio de vinculación tecnológica con la firma
Agripellets Argentina, la E.E.A de Pergamino vende pavitos "BB" (híbridos) reproductores desde
junio hasta diciembre. Para la compra, se deberá tener en cuenta que por cada
cien hembras y nueve machos aptos para la reproducción, se tendrán que adquirir ciento treinta hembras y veintidós machos "BB".
Mercado
La industria avícola no ha estado
ausente del gran crecimiento que a escala mundial se produjo en el
quinquenio 90/95. En nuestro país el subsector parrillero creció
de 336 mil toneladas a 664 mil en 1995, lo que se refleja en el
aumento del consumo de pollo de 12 a 21 Kg/persona/año. Si
tomamos la producción de huevos se mantiene estable, solo
acompañando el crecimiento demográfico que requiere entre 10 y
12 docenas por persona por año; la mitad del consumo de los
habitantes de Norteamérica y la Unión Europea.
La producción se concentra por
orden de importancia en las provincias de Buenos Aires, Entre
Ríos, Santa Fe y Córdoba.
El subsector parrillero se integra
en forma vertical desde la etapa de producción a la
comercialización, y le grado de concentración es tal, que solo 7
empresas producen más del 50% de la carne de pollo que consumo en
los argentinos, pues lo que se exporta es solo menos del 2% del
total.
En cuento a la producción de
huevos, si bien conserva una estructura más abierta, ya existen
establecimientos que superan el medio millón de gallinas alojadas
en jaulas.
esta realidad es muy beneficiosa
para el consumidor. hoy la carne de pollo a moneda constante
cuesta algo más de la mitad que hace 25 años.
Pero esta realidad hizo disminuir
el numero de avicultores a partir de la década del 60. En el
censo de 1960 la provincia de Entre Ríos tenía 23.560
avicultores; en 1994 de acuerdo a estudios realizados por la
SAGPyA se redujo a 2.500.
Nuevas alternativas
El pequeño productor o emprendedor
tiene una interesante posibilidad en una nueva modalidad en la
cría de aves, basada en nuevas genéticas desarrolladas por
organismos privados o nacionales tales como el INTA y en técnicas
de manejo y alimentación distintas a las tradicionales. Una
alternativa artesanal que requiere poco capital y un alto grado de
asociativismo. Se trata del pollo y el huevo campero argentino,
con una demanda clara en la sociedad actual, que comienza a
preocuparse por el sabor y la calidad natural de los alimentos que
consume y por otro hecho que cobra cada vez más vigencia en el
mundo: la forma de criar aves en estrecho confinamiento, que para
ciertos sectores de la población entrañan actos de crueldad. Es
bien notorio que el empleo de jaulas en la cría de gallinas para
producción de huevos, ha sido motivo de grandes polémicas en
Dinamarca, Inglaterra, Suecia y suiza para citar países donde se
ha legislado al respecto. En Inglaterra un tercio de los huevos
vendidos en grandes supermercados provienen de granjas con
gallinas en libertad "free range eggs", con gran
promoción y a precios que duplican el de los huevos comunes.
En Francia, la producción de
pollos camperos, más conocidos como "label rouge", se
inicio hacia 1970. Hoy representa el 30% de la producción total
de carne de pollo, a pesar que su costo a nivel consumidor es casi
el doble del pollo industrial.
La producción campera de carne
aviar con gusto a pollo, el huevo de yema anaranjada, alimentado
con cereales y oleaginosas de muy baja a nula contaminación, sin
el empleo de antibióticos como de promotores de crecimiento,
podría ser un punto de partida para producir alimentos que un
sector creciente de la sociedad demanda.
Por qué no empezar ahora, a
imaginarnos esta posibilidad.
Aspectos
técnicos
Existen distintas
etapas de selección. En las hembras se reserva alrededor del 90%
del lote, y se descartan a la decimosexta semana aquellas que
presentan malformaciones en la quilla, poco desarrollo de los
pectorales y malos aplomos (postura). En cambio en los machos se
hace mayor presión de selección, se eliminan los de más peso,
los que tienen malos aplomos y aquellos con dificultades para caminar. A la
semana número treinta se efectúa una segunda selección en función de la
producción y calidad de semen.
Corte de pico
Puede efectuarse entre los siete y diez días de edad, teniendo en
cuenta que hay que hacerlo antes de quitar los cercos protectores. El suministro de vitaminas, electrolitos y
antibioticos un día antes y dos después del corte de pico puede ser beneficioso y su necesidad dependerá de las condiciones en que se encuentren los animales.
Espacio
Las hembras adultas deben alojarse en corrales con capacidad para cien o doscientas madres, a razón de dos por metro cuadrado de piso. Por su gran tamaño, los machos necesitan por lo menos el doble de espacio, y debe mantenérselos
como máximo en corrales de hasta 18 aves. Pueden alojarse en el mismo galpón que las hembras,
pero separados por un tabique o cortina de plástico de color negro; esto impide las filtraciones de luz artificial entre ambos sectores y hace que los machos se mantengan tranquilos al no poder
visualizar a las hembras.
Iluminación
Durante el ciclo reproductivo debe tenerse en cuenta que tanto los machos como las hembras tienen que permanecer bajo fotoperíodo diario, constante o en aumento, pero nunca en disminución. En los machos, a partir de la semana número veintitrés, se debe evitar que disminuya el período de luz y es necesario que la intensidad solar sea atenuada usando persianas en los laterales del galpón, de manera que no
entren en muda antes de finalizar el
período reproductivo. Por otra parte,-con el fin de inducir la producción de esperma, el estímulo de luz
debe iniciarse tres semanas antes que el de las hembras.
Huevos
Es necesario combatir la puesta de huevos en el piso para reducir la incidencia de la
cloquera y disminuir el número de huevos sucios o quebrados, que no se podrán incubar. Al iniciar la puesta y hasta que las hembras se acostumbren a
entrar en los nidos, se deberá recorrer el corral para retirar de los rincones a las pavas y obligarlas a introducirse en los nidos.
La recolección de huevos hay que hacerla, como mínimo, cuatro veces al día. Los huevos sucios se deben limpiar en seco con papel de
lija y todos aquellos que presentan anormalidades o pesan menos de 70 gramos, tienen que ser descartados. Es aconsejable agregar abundante paja o viruta en el fondo de los nidos con el objeto de que éstos sean bien mullidos y atractivos para las hembras, lo que contribuye a disminuir la postura en el piso.
Los huevos deben incubarse lo antes posible y durante el período de almacenamiento (que no excederá de los diez
días) tienen que mantenerse a una temperatura de entre 15 y 18 grados centígrados, con una humedad relativa superior al 70 por ciento.
Cloquera
Las hembras cluecas son aquellas aves que interrumpen la postura debido a un control hormonal natural. Un
requisito muy importante para maximizar la producción de huevos es reducir al
mínimo la incidencia de este instinto en el plantel comercial. A sólo tres semanas de iniciada la postura aparecen
las primeras pavas cluecas y, si no se combate el fenómeno, el porcentaje aumentará rápidamente.
El método más eficaz para reprimir ese "instinto natural" consiste en marcar aquellas hembras que permanecen en los nidos al oscurecer,
porque a las pavas cluecas les atraen las áreas oscuras, calientes y confortables. Si a la mañana siguiente aún se encuentran en ellos, deberán ser trasladadas
a jaulones o corrales con piso enrejado y luz muy intensa, sin modificar el fotoperíodo. Mantenidas en esas condiciones por espacio de tres a cinco días,
interrumpen la cloquera. Aunque indirecto, otro método muy efectivo para controlarlas es impedir que las pavas se familiaricen demasiado con el corral de postura. Cuando el cuidador observe que permanecen demasiado tiempo en los nidos debe trasladar todas las aves a otro corral que posea distinta disposición de nidos, comederos y bebederos. Los cambios deben iniciarse poco después que alcancen el pico de postura y nunca a intervalos menores de ocho a diez días.
Inseminación
artificial
Previamente a la extracción de semen se somete a los machos a un ayuno de cuatro o cinco horas para evitar que defequen y contaminen el semen. Es imprescindible procurar que los animales estén tranquilos, que reconozcan a los operadores y que éstos los tomen con sumo cuidado. Los masajes para que el ave eyacule se
practican en la región dorsocaudal y abdominal, y es importante que no se efectúen en forma muy enérgica para evitar la ruptura de capilares (lo que contaminaría con sangre el semen) y sin provocar dolores que podrían inhibir al
macho en posteriores extracciones.
Una vez obtenido el semen se debe proceder a inseminar las hembras. Con masajes especiales se logra que
la pava prolapse el oviducto y, por me- dio de una jeringa o una
micropipeta, el semen es depositado en el fondo de la vagina. Para mantener un buen
nivel de fecundidad es necesario realizar la inseminación con intervalos precisos y en horas de la tarde, cuan- do la postura es mínima. Al comienzo del cielo se deben hacer tres
inseminaciones casi consecutivas. La primera, al día siguiente de recoger los
huevos: la segunda, a los tres días y la última, una semana más tarde.
Alimentación
En cría y recría se basa en una serie de raciones específicas para pavos con contenidos decrecientes de proteínas. Mientras dura el período reproductivo (30-60 semanas de edad), las hembras deben recibir alimento con un 15 por ciento de proteínas y un 3 por ciento de calcio, similar al utilizado para las gallinas ponedoras pero con un
contenido de vitaminas que duplica el empleado con estas últimas. Por su parte, a los machos es conveniente
suministrarles dietas con un 12 por ciento de proteínas y un uno por ciento de calcio.
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Enfermedades más Comunes
Durante el cielo de postura de 25-30 semanas, por cada cien hembras y
nueve machos, se pueden obtener hasta ocho mil huevos. La fertilidad varía entre un 90 por ciento al comienzo del cielo de postura y declina hasta un 70 por ciento al finalizar. A su vez, el
índice de eclosión promedio ronda el 80 por ciento. En otras palabras, no todos los huevos son fértiles. Puestos a
incubar durante 28 días, es dable esperar que nazcan alrededor del 85 por
ciento. De allí que se pueden obtener entre cinco mil y seis mil pavitos
"BB" durante el ciclo reproductivo, que, según la época del año, no se prolonga más allá de las treinta semanas.
Considerando el precio promedio del alimento balanceado, de treinta y cinco centavos el kilo, la adquisición de los pavitos reproductores, a 16 pesos cada uno, y demás gastos de calefacción,
sanidad y viruta para la cama, el costo operativo de producción de cada huevo fértil es de setenta centavos.
Para calcular el costo final de un pavito "BB" se deberá tener en cuenta el tipo de incubadora disponible, su con- sumo de energía y el porcentaje de
nacimientos alcanzado. En condiciones favorables, este costo no excederá del valor de dos huevos, es decir,
un peso con cuarenta centavos.
Costo operativo
De acuerdo a los datos
obtenidos en experiencias anteriores, para lograr dicho plantel es
necesario adquirir 130 pavitos BB de la línea hembra y 22 pavitos
BB de la línea macho.
Estos números luego de la selección, descarte y mortalidad se
reducirá aproximadamente a 100 hembras y 9 machos.
El apareamiento por inseminación artificial originará en el
curso de 25-30 semanas, alrededor de 8000 huevos para incubar.