AGRICULTURA  



¿ Que son los maíces Bt?

Son los maíces modificados genéticamente para su protección del ataque de los insectos. Se los considera el gran otro logro de la biotecnología, después de la soja y el maíz resistentes a herbicidas. Sin embargo, en este caso se encierra potencialmente un peligro muy importante: la aparición de insectos, que hayan desarrollado resistencia al insecticida incorporado a la planta de maíz. 

La mayoría de las grandes empresas que están en el negocio de la semilla han desarrollado líneas de maíces que incorporan el gen Bt para otorgarles a sus materiales resistencia a insectos, principalmente contra lepidópteros, causantes de pérdidas que en nuestro país oscilan alrededor del 10% del rendimiento. En la Argentina, Novartis, poseedora del evento E176, lo ha incorporado en su línea Protecta comercializando el Tilcara TD (tolerante a diatraea); Pionner introdujo el evento Monsanto MON810 a su maíz 33Y09, y Morgan sumó en su línea M11BT el evento de Mycogen. 

Mediante el gen Bt, la planta produce una sustancia que es tóxica para las larvas de los lepidópteros (barrenador del tallo, entre otros). Al comer parte de la planta, ingiere también esta toxina, que actúa a nivel del sistema gástrico, produciéndole al insecto la paralización de la ingesta, en primer lugar, y luego la muerte. 

"Estos cultivos ofrecen significativos beneficios económicos y ambientales, tanto para la agricultura como para la sociedad -afirma William McGaughey, ex investigador del US Marketing Rescarch Laboratory-. El nivel de control de la plaga alcanzado es mucho más alto que con pesticidas convencionales, ya que la proteína Bt está presente en concentraciones tóxicas en la mayoría de los tejidos de la planta, y prácticamente durante todos los estadios del cultivo. Esto elimina los problemas de la ventana de aplicación, persistencia y cobertura que tienen los insecticidas convencionales." Por otra parte, una planta transgénica es mucho más segura para el usuario, que no se expone al manejo del insecticida; para la fauna salvaje, ya que no se mata a aquel insecto que no ingiere la planta, y para el consumidor, para quien no hay peligro de contaminación con residuos tóxicos porque se trata de un insecticida biológico. 

Sin embargo, el hecho de poseer todo un cultivo con el mismo tipo de insecticida -ya que de eso se trata- favorece las condiciones para la aparición de formas resistentes de insectos. La resistencia es un mecanismo que pueden tener algunos individuos o, mejor dicho, algunos biotipos, de una población determinada, para anular el efecto del plaguicida. La aparición de la resistencia está directamente asociada con la presión de selección; cuanto más plaguicida se use más rápido aparecerá. Por eso, todo un campo cultivado con maíz que posee el mismo principio activo favorecerá la aparición de insectos resistentes. 

"Basados en la experiencia de los últimos cincuenta años, ganada con insecticidas químicos sintéticos y cultivos resistentes a insectos por selección genética convencional, muchos científicos de la EPA (Enviromental Protection Agency, EE.UU.) y el USDA, afirman que los insectos se adaptarán a los cultivos transgénicos en un lapso no superior a los cinco años", prosigue el informe de McGaughey. La aparición de insectos resistentes significa la posibilidad de perder una herramienta muy útil para los agricultores, no solo para los que están en los cultivos extensivos, sino también para los que hacen cultivos intensivos o agricultura orgánica, ya que las proteínas extraídas de Bacillus thuringiensis y aplicadas en forma de spray son permitidas para esta última forma de producción. 

Refugios, sí o no 

Una de las cuestiones que plantean los que dudan sobre la aparición de la resistencia es que existe una gran cantidad de cepas y proteínas diferentes de Bt, algunas de las cuales podrían tener un modo de acción diferente que dificultaría el desarrollo de la resistencia. Sin embargo, muchas de estas toxinas son lo suficientemente similares como para que la resistencia a una provoque la aparición de resistencia cruzada en las demás. 
Las estrategias para prevenir la aparición de resistencia son muy discutidas, tanto por desconocimiento de lo que puede suceder a gran escala (las investigaciones hasta ahora se han hecho en laboratorios o pequeños plots), como de la ecología de los insectos y el mecanismo de acción de la resistencia. 

Una de las posibilidades que se barajan con más frecuencia es la creación de refugios para la plaga, es decir, zonas donde no se cultiva maíz transgénico, de manera de posibilitar la supervivencia de los insectos susceptibles. Esta estrategia se basa en la teoría de que la resistencia es una característica recesiva en los insectos, y que no permitiendo el aparcamiento de los dos biotipos -susceptibles y no susceptibles-, se evita la expresión de la resistencia. 

De esta manera los agricultores deberían sembrar un porcentaje de su superficie dedicada al maíz con materiales no transgénicos. Según el argentino Fabio Nider, participante del "Seminario de Actualización Técnica en Biotecnología Agrícola", quien a su vez cita como referencia a la EPA, si el productor cultivara el 20% de su lote con materiales susceptibles al ataque del barrenador, podría fumigar esta área ante ataques severos de la plaga, mientras que si el refugio corresponde al 5% de la superficie, no podría fumigar, aun cuando la plaga destruya todo el refugio. 

Pero este plan no parece ser de muy fácil ejecución, en primer lugar porque dificulta el manejo agronómico del cultivo, y luego porque hay un lucro cesante, una merma potencial en la productividad del cultivo que reduce los ingresos del productor. 
En los Estados Unidos, donde el 9% de la superficie dedicada a maíz en 1997 fue cultivado con materiales transgénicos, el "Forum Nacional sobre Resistencia de Insectos a Be", organismo auspiciado por el USDA, realizó un encuentro en el que participaron 130 personas, entre científicos, productores, educadores, representantes de grupos ambientalistas, del gobierno y de empresas. Como conclusiones se destaca la existencia de una cantidad de áreas vinculadas con vacíos de conocimientos necesarios para evitar o retardar en el corto plazo la aparición de formas resistentes. 

Los puntos más significativos fueron los siguientes:

  1. La genética de la plaga y los mecanismos de resistencia son pobremente comprendidos en la mayoría de las especies. Es necesario conocer el modo en que se hereda la resistencia y el número de mecanismos y genes involucrados en ella. 

  2. El conocimiento de la resistencia cruzada entre distintas toxinas Bt, y entre Bt y otras toxinas no relacionadas es, en el mejor de los casos, limitado. Esta información es esencial para entender cómo la resistencia desarrollada en cultivos transgénícos puede extenderse a otros donde se fumiga y viceversa. Es además necesaria para desarrollar toxinas alternativas para cuando aparezca la resistencia. 

  3. El limitado conocimiento sobre la conducta y biología de  la plaga es uno de los vacíos más grandes. Es necesario aprender cómo se mueven los insectos entre plantas, entre cultivos de la misma especie y de otras especies, y entre los cultivos y las malezas, para poder desarrollar efectivamente la estrategia de los refugios. Muy importante resulta la sincronización del desarrollo de los insectos sobre los cultivos transgénicos y no transgénicos, a fin de asegurar el aparcamiento entre ambas poblaciones.
     

  4. Los aspectos prácticos de la implementación y el manejo de los refugios requiere investigación. Esto debería incluir estudios sobre cómo deben incorporarse en los sistemas agrícolas, cuál es su impacto económico y cómo serán aceptados por los productores. 

  5. Se necesita investigación para desarrollar métodos para la detección temprana de la resistencia. Luego se requieren mecanismos para prevenir fallas en la detección y evitar que la resistencia se convierta en un tema crítico. 
    A diferencia de lo que sucede con las malezas resistentes a herbicidas, la posibilidad de dispersión que poseen los insectos, sus cortos ciclos generacionales y la amplia base genética de sus poblaciones los convierten en un peligro latente de altísimo potencial. "El desafió de la agricultura -termina diciendo el informe de McGauchey- es encontrar la manera de diseñar e implementar un programa de manejo de resistencia, que le permitirá disfrutar de los beneficios de la nueva agricultura biotecnológica, sin arriesgarlos en el largo plazo. 

    La eliminación de la necesidad sin fin de desarrollar nuevos insecticidas con costos crecientes beneficiará no solo a los productores sino también a los consurnidores. El conocimiento ganado y los métodos desarrollados específicamente para el manejo de resistencia a Bt serán aplicables a futuras tácticas de manejo de plagas, tanto en cultivos transgénicos como en convencionales."  

Cómo actúa Bt

El principio activo utilizado en los maíces Bt es una endotoxina sintetizada por Bacillus tburingiensis, una bacteria gram positiva, frecuente en la flora del suelo. Este bioinsecticida ha sido la herramienta biológica de control más difundida en la agricultura (Dipel) debido a que no posee riesgo alguno para la salud humana ni animal, no tiene problemas de residualidad y es muy específica en su acción contra insectos de la familia de los lepidópteros como el barrenador del tallo (Diatraea saecharalis), el gusano cogollero (Spodopterafrugíperda) o el elasmopalpus (Elasmopalpus lignocellus). 

Cuando la larva ingiere alguna parte de la planta, la protoxina presente en las células de esta es activada en el medio básico de intestino del insecto por enzimas proteolíticas que la convierten en una toxina (forma activa). La forma activada produce la lisis de las células epiteliares del intestino de la larva, debido a la perforación de las membranas celulares y el consiguiente desbalance osmótico en el interior de la célula (por el ingreso de cationes de sodio y potasio). 

En seguida se produce una parálisis peristáltica intestinal, se dilatan las células del epitelio intestinal, se desintegra el contenido celular y la larva detiene la ingesta, con lo cual se evita que siga dañando al vegetal antes de morir. La muerte sobreviene a los pocos días luego de sufrir la parálisis corporal. 

Agrobit.com

Fuentes: -Seminario de Actualización Técnica en Biotecnología Agrícola, Bs. As., agosto de 1997. 
             -Ecofisiología del cultivo de Maíz
             -Publicación de la empresa Pionner

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