Determinantes del
rendimiento
En esta primera etapa se trató de evaluar la influencia del cultivo antecesor y del barbecho sobre las propiedades edáficas (contenidos iniciales de agua útil y nitratos), los rendimientos en grano y la
respuesta del maíz a la fertilización.
Fueron realizados 47 ensayos en las cuatro últimas campañas, en suelos del Este de La Pampa y Oeste de Buenos Aires. Se establecieron 3 áreas de trabajo, comprendidas sobre una transecta que une las localidades de 30 de Agosto,
Mari Lauquen y La Pampa.
En esta zona se encuentran Hapludoles y Haplustoles, tanto énticos como típicos, donde predominan los sistemas mixtos y ganaderos de cría y recría, en los que el maíz se utiliza como verdeo de verano, y en los que se evaluó la producción de materia seca. Se determinó la humedad del suelo y el agua útil (hasta los 200 cm, o hasta alcanzar la capa de tosca), los nitratos (hasta los 60 cm), la resistencia a la penetración (hasta los 50 cm), la densidad aparente, el nivel de materia orgánica, el tenor de nitrógeno total y de fósforo, y parámetros del cultivo como densidad de
plantas y su distribución, niveles de materia seca y proteína, rendimiento de grano y peso de mil granos.
Resultados
Durante las cuatro campañas evaluadas se constató un amplio rango de variación entre lotes en cuanto a los contenidos de agua útil y de nitrógeno (como nitratos, N-NO3). La magnitud de estas diferencias
debe alertarnos sobre la importancia de conocer la condición actual de los lotes previamente a la siembra. Los resultados mostraron que el agua útil varió entre 10 y 380 mm, el contenido de N-NO3 entre 19 y 180 kg/ha, y el rendimiento en grano de los tratamientos testigo, entre 0 y 11.476 kg/ha.
Una parte importante de la variación en los contenidos de agua y nitrógeno disponible se debió a la influencia del cultivo antecesor. Se registraron
diferencias promedio de 73 mm en el contenido de agua útil al comparar lotes cuyo antecesor era un verdeo de invierno, respecto de aquellos que tenían a cultivos de verano como antecesores. La evaluación de la duración del barbecho respecto de la acumulación de agua útil disponible para el cultivo de maíz arrojó los siguientes resultados: Entre un barbecho largo (comenzando el
15/07) y uno corto (con inicio el 25/09) se registraron, a la siembra de maíz,
diferencias de 68 mm de agua y 15 kg N-NO3/ha.
Un factor importante que aportó a la variabilidad del rendimiento en cada sitio, especialmente en el área de
Mari Lauquen y La Pampa, lo constituyen las formas del relieve. La presencia de lomas (20-30% del lote), medias lomas altas (50%) y bajas (20-30%) condiciona la producción del cultivo y su respuesta a la fertilización (vea el cuadro nro. 2).
El peso de mil granos y el número de granos/metro resultaron variables entre lotes y fueron los principales determinantes del rendimiento. Se comprobó que la disponibilidad de agua en diciembre, en los primeros 200 cm de suelo afectó significativamente el peso de mil granos y el rendimiento de grano (r2=0,41). Para obtener altos rendimientos, el maíz debe alcanzar un óptimo estado fisiológico desde unos días antes hasta tres semanas después de la floración (Andrade, 1996). Si tomamos en cuenta que los maíces fueron sembrados en octubre, una mayor disponibilidad hídrica durante diciembre (floración y post-floración
temprana) incremento el número de granos por unidad de superficie.
En evaluaciones realizadas durante la primera campaña, la eficiencia en la producción de materia seca hasta diciembre (con un promedio de 8211 kg/ha) mostró una tendencia similar a la de los rendimientos de grano, registrándose valores de 1,9, 2,3 y 3,4 g de materia seca por kg de agua evapotranspirada para el Este de La Pampa,
Mari Lauquen y 30 de Agosto, respectivamente. Estos valores se correlacionan con el incremento en la aptitud de los suelos para este cultivo, principalmente debido a sus mayores contenidos de materia orgánica y por ende, a su mayor capacidad de retención de agua.
La diferencias de rendimiento entre los tratamientos testigo y fertilizado (50 kg N/ha) fue explicada por el aumento en el número de
granos/m (r2= 82), según la relación que indica que la respuesta al agregado de nitrógeno (kg/ha) = 163,8 + 2,42* incremento núm. granos/m.
Por otra parte, el número de granos/m2 no resultó dependiente de¡ número de
plantas/m2 (r2=0,01) ni del número de espigas (r2=0,08), lo cual indicaría que el
rendimiento fue determinado principalmente por el número de granos por espiga y por el tamaño de los granos. (r2= 82), según la relación que indica que la respuesta al agregado de nitrógeno (kg/ha) = 163,8 + 2,42* incremento núm.
granos/m2.
Por otra parte, el número de granos/m2 no resultó dependiente del número de plantas/m'
(r2=0,01) ni del número de espigas (r2=0,08), lo cual indicaría que el
rendimiento fue determinado principalmente por el número de granos por espiga y por el tamaño de los granos.
En suelos de 30 de Agosto, el 30% de los cultivos mostró respuesta a la fertilización nitrogenada, el 69% en
Mari Lauquen y el 50% en La Pampa. La menor respuesta en La Pampa y seguramente la falta de respuesta en
algunos lotes de Mari Lauquen se relacionan con limitaciones hídricas, debidas a menores precipitaciones y a suelos con menor capacidad de almacenar agua, y
consecuentemente menos posibilidades de transferencia de agua desde el períodos de barbecho hasta el ciclo
del cultivo. Por su parte, en suelos de 30 de agosto la importante capacidad de retención de agua y los buenos contenidos de materia orgánica dan lugar, aún en años con bajas precipitaciones, a rendimientos más altos y más estables.
Fuente: Revista
Agromercado (Suplemento Maíz)
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