* Como complejo adenomatosis intestinal
** Como enteropatía hemorrágica proliferativa
Control: La protección específica e inespecífica
interviene en forma decisiva en la presentación y desarrollo de
la infección intestinal. La madre, suple al lechón a través
del calostro de una serie de sustancias que lo protegerán
durante los primeros días de vida y el neonato responde en
forma específica e inespecífica a agentes causales de la
diarrea. Sobre ambas respuestas es posible actuar para estimular
su acción.
Los métodos para controlar las diarreas son variados y
generalmente están dirigidos a un microorganismo. Por ejemplo,
se ha tratado de evitar la colonización temprana del intestino
del lechón por E. Coli por medio de antibióticos o
bacterias acidificantes y se ha realizado inmunización de los
animales contra los rotavirus, gastroenteritis transmisible o E.
Coli.
Debido a que se presentan muchas interacciones entre varios
microorganismos, para su control se ha recurrido a productos que
tienen un efecto estimulante sobre el sistema inmune del lechón.
Se ha utilizado suero sanguíneo del animal adulto administrado
por vía oral, adyuvante oleoso sin antígeno inyectado por vía
subcutánea y bacterias acidificantes vivas o sus productos.
La terapia sintomática basada en prueba y error ha sido el
mejor sistema disponible para el manejo de la enfermedad
diarreica. El gran número de agentes terapéuticos son
testimonio de la actitud prevalente de los productores hacia su
control.
En nuestro medio se desconoce el verdadero papel e impacto de
la diarrea en una granja y aunque los informes de los centros de
diagnóstico demuestran que se encuentra dentro de las tres
primeras causas de baja productividad en porcinos, su
importancia apenas es estimada.
Diarrea de Etiología Viral
Gastroenteritis Transmisible (GET)
Cuando la GET epizoótica irrumpe por primera vez a una
granja, por lo general lo hace en los corrales de engorde o
destete y luego pasa a las de cría, en donde puede llegar a
ocasionar mortalidad del 100% de los lechones menores de 15 días
de edad; el brote dura 2 a 4 semanas en promedio y finalmente se
detiene.
Se ha observado que este arresto se produce cuando las cerdas
se infectan entre 80 y 100 días de gestación, se inmunizan y
cuando paren ya son capaces de proteger a los lechones o sea que
los animales recuperados, al quedar inmunes, hacen que el virus
no circule y por lo tanto no infecte a los susceptibles. En una
granja donde sucede un brote, usualmente éste no se presenta al
siguiente año, sino que puede ocurrir más tarde o no volver a
presentarse, debido a que la inmunidad del pie de cría puede
durar más de un año y sólo cuando disminuye pueden infectarse
los lechones.
La GET enzoótica se caracteriza por causar diarreas
en la segunda y tercera semana de la lactancia, con elevada
morbilidad y baja mortalidad. Se presenta en granjas que reúnen
algunas de las siguientes condiciones: granjas de 1000 o más
animales, de ciclo completo, con calendario continuo de partos,
que tenga historia de brotes de GET epizoótico y con malas
condiciones de higiene y de manejo.
Todos los factores anteriores se conjugan para ofrecer un
medio ambiente favorable para la presentación de GET enzoótico
o sea gran cantidad de lechones susceptibles, baja inmunidad de
las cerdas, reflejándose en una débil inmunidad lactogénica y
en general protección deficiente del lechón.
En una granja, esta enfermedad que es de fácil
reconocimiento en su presentación primaria se torna en un
problema de diagnóstico difícil cuando existe cierta inmunidad
de lote, cambiando algunos aspectos epizootiológicos que hacen
que pueda pasar desapercibida en algunas ocasiones.
Rotavirosis
Desde hace algunos años se han sugerido casos de diarrea por
rotavirus en lechones entre siete y diez días de edad, la mayoría
de ellos de presentación benigna; brotes con elevada morbilidad
y baja mortalidad, si la enfermedad no es manejada
adecuadamente. Este padecimiento no es de fácil control y
requiere estudios sobre los tipos antigénicos existentes y
sobre el posible uso de vacunas autógenas.
Control: Con la experiencia actual, en las granjas no se
tienen medidas de higiene específicas que puedan controlar
completamente la infección, aunque no significa que la
incidencia de la enfermedad no pueda ser disminuida mejorando
las condiciones de saneamiento general. Es deseable que los
lechones ingieran calostro y leche con títulos altos de
anticuerpos contra rotavirus, sin embargo, esta protección
pasiva es efectiva sólo por períodos; con estos conocimientos
existe un gran interés sobre el posible desarrollo de vacunas
que estimulen la inmunidad local en los animales.
La obtención de vacunas contra rotavirus de cerdo, ya ha
sido enfocada por métodos convencionales, habiéndose probado
la capacidad protectora de un virus atenuado de origen heterólogo
(aislado de ternero) con resultados poco alentadores, la
posibilidad queda abierta para ensayos de vacunas producidas a
través de métodos no tradicionales.