Requerimientos nutricionales del
rodeo de cría
En la Argentina el principal recurso forrajero
es el pastizal natural y su utilización en forma directa, el pastoreo, que
representa más del 95% del total del forraje consumido por el sistema.
La producción anual de forraje de este recurso
es marcadamente estacional, con picos en primavera y otoño. El crecimiento
invernal es escaso y la producción estival es mediana debido a las
variaciones del régimen pluviométrico en dicha estación.
De acuerdo a observaciones realizadas en
establecimientos de cría de la Pampa Húmeda se observan diferencias de
relieve, cantidad del tapiz vegetal y composición botánica en los potreros
que se caracterizan por ser sumamente extensos.
Una técnica de gran utilidad sería la de
dividir los suelos por capacidad de uso. La división por usos permite
destinar los mejores sectores del campo a siembras de pasturas, verdeos o
cultivos. El beneficio será la posibilidad de manejar cada tipo de tapiz
según su composición botánica. La proporción en que se basará la
división dependerá de la composición florística, la cantidad y
disposición de las aguadas y la carga animal usada.
Para cualquier técnica a ser implementada en
el manejo del pastoreo, lo principal será una adecuada evaluación de la
productividad animal, persistencia de los tapices, eficiencia de cosecha,
sustentabilidad de los sistemas de producción, pero en definitiva del
resultado económico.
Otro factor a tener en cuenta es que la
división tiene como fin poder asignar la categoría de hacienda que mejor
adapte sus rendimientos a la digestibilidad, proteína y oferta forrajera de
dicho pastoreo. Siendo una de las claves del manejo de estos pastizales el uso
de los diferidos.
Los requerimientos nutricionales del rodeo
difieren en las distintas categorías que la componen, por ejemplo existe una
notable diferencia de una vaca preñada que además está en crecimiento con
los de una vaca que ya está destetada y vacía. Por lo que resulta
imprescindible conocer cuales son dichos requerimientos y a partir de allí
realizar la economía necesaria brindándole a cada categoría la cuota
exacta.
El momento para realizar esta categorización
es el otoño, a partir de la detección de la preñez mediante el tacto
rectal, y esto es así por tres razones: (a) Ya se realizó o está
realizándose el destete; (b) se está próximo a la época de escasez
forrajera y (c) es el momento en que más categorías se pueden diferenciar
requerimientos nutricionales.
Fuente: Revista Forrajes y Granos
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