El
cultivo de pimiento bajo invernadero
Introducción
El cultivo de pimiento bajo invernadero en la
Argentina, se realiza desde Salta hasta La Plata, las mejores condiciones
durante el invierno se dan en el norte y durante el verano en el sur. Debido a
ello la estrategia de producción deberá ser distinta en las diferentes zonas.
Comparándola con tomate, la planta de pimiento
presenta una temperatura base de crecimiento superior, alrededor de los 10º C.
Esto determina que para tener una buena producción en invierno, se deba
calefaccionar en zonas ubicadas en latitudes superiores a los 30 grados.
El pimiento es originaria de América del sur,
concretamente en el área ocupada por Perú y Bolivia, desde donde se expandió
al resto de América Central y Meridional.
El pimiento pertenece a la familia de las
Solanaceae y su nombre científico es Capsicum annuum .
La mayor parte de los cultivares existentes
pertenecen a la variedad annuum, las que presentan corolas de color blanquecino
y de flores normalmente solitarias.
Es una planta herbácea, de cultivo generalmente
anual, pero que puede en algunos casos transformarse en bianual. Tiene un
sistema radicular pivotante y profundo que puede llegar hasta 1.20 m de
profundidad. El tallo es de crecimiento erecto, con un porte que puede llegar
hasta los 2 m o más. Los frutos son bayas, que pueden ser pequeñas, de 1 o 3 g
en algunas variedades, frente a otras que pueden dar frutos de más de 500 grs.
Un gramo puede contener entre 120 y 150 semillas
de semillas y mantener su viabilidad por tres o cuatro años, según las
condiciones de temperatura y humedad, a las que se exponen durante el
almacenamiento.
Dada la complejidad taxonómica existente en
pimiento, es difícil establecer una clasificación homogénea que agrupe las
diferentes variedades. Por lo que aquí se utilizará una clasificación, que
puede no responder correctamente a la clasificación sistemática, pero tiene
utilidad desde el punto de vista agronómico. Se pueden dividir en dos grandes
grupos varietales :
- Variedades Dulces:
Suelen tener frutos de buen tamaño son las que se cultivan en invernaderos
y al aire libre para su consumo fresco y la industria de conserva, también
para la preparación de pimentón.
- Variedades con sabor Picante:
Suelen ser variedades de fruto largo y delgado. Se pueden utilizar para
encurtidos. Dentro de este grupo está C.frutescens con frutos chicos y muy
picantes conocido como chili.
Dentro de las variedades dulces hay diferentes
tipos:
- Tipo A: La sección longitudinal es
cuadrangular y el largo es aproximadamente igual al ancho.
- Tipo B: La sección longitudinal es
rectangular y el largo es mayor que el ancho.
- Tipo C: La sección longitudinal es
triangular.
Estado
de plántula
La semilla de pimiento no presenta ningún
tipo de dormición, por lo tanto para su germinación solo necesita de agua, O2
y temperatura.
De todas maneras, se puede observar cierta
disparidad en la energía germinativa en un mismo lote de semillas, ello podría
deberse a diferencias en la senescencia seminal.
Algunos autores , lograron inducir una germinación
pareja con la aplicación de giberelina. Pero las giberelinas que mejor se
comportan son las A G4+7. Estas giberelinas inducirían la degradación de las
sustancias de reserva (almidón),por promover la formación del ARN
correspondiente a la síntesis de las amilasas, con ello la semilla tendría
suficientes carbohidratos simples para estimular el crecimiento del embrión.
Para inducir la germinación también puede ser
utilizada la técnica de osmorregulación, que ya fue explicada para tomate.
Si bien, al igual que el tomate, se puede sembrar
en speedling o en macetas plásticas, son recomendadas estas últimas debido a
que la planta de pimiento tiene un crecimiento más lento que la de tomate, con
el mayor volumen de tierra que contiene la maceta, permite que la planta
permanezca en ella hasta 45 días, con temperaturas óptimas de crecimiento (20
a 25º C). En este estado las plantas deben tener entre 7 y 9 hojas y es
conveniente que aún no se observe el primer botón floral. Si al momento del
transplante se observa que la planta es alta y delgada se podría deber a dos
posibles razones. La primera es generalmente la más común, es que las macetas
estuvieron muy juntas y las plantas recibieron poca luz. También las
temperaturas elevadas pueden ser responsables.
Antes de realizar el transplante, es conveniente
dejar de regar para que se desarrolle más el sistema radicular. esto ocurre
porque al entrar en estrés hídrico se sintetiza ácido abscínico (ABA), que más
allá de inducir el cierre estomático hidroactivo, produce una disminución del
crecimiento de la parte aérea y un mayor desarrollo radicular
También la deficiencia de N2 en este
estado permite que el sistema radicular se desarrolle más que las hojas, esto
estaría relacionado con un aumento en la síntesis de ABA y una disminución en
el contenido de cinetinas.
Estado
vegetativo
El pimiento, sobre todo las variedades
dulces tienen unas exigencias en temperaturas mayores que el tomate. Su
desarrollo óptimo se produce a temperaturas diurnas entre 20 y 25º C y
nocturnas de 16 a 18º C. Por debajo de los 15º C su desarrollo se ve afectado
y deja de crecer a los 10º C. Las variedades picantes, en general son menos
exigentes a los requerimientos térmicos.
Las humedades relativas entre 50-70%, son ideales
para un óptimo crecimiento. Humedades relativas mayores pueden traer problemas
de enfermedades y menores con temperaturas altas pueden provocar excesiva
transpiración y conducir a la caída de flores. Es necesario que la planta
genere una buena corriente transpiratoria, para mejorar l;a captación de los
nutrientes por flujo nasal. De esta manera se puede mejorar la absorción activa
de sales por parte de las raíces.
Cuando se realiza el transplante, generalmente se
rompen algunas raíces y si el transplante se realiza durante los meses de mayor
temperatura y con mulching, es frecuente observar que la planta se retrasa
notablemente. Para apalear estos problemas, se suele inducir al final del
crecimiento en la maceta, la formación de raíces y detención del crecimiento
de la parte aérea. En algunos casos se resuelve transplantar primero y
posteriormente, cuando las temperaturas son inferiores colocar el mulching, si
bien esto es muy trabajoso y se corre el riesgo de quebrar plantas.
También se puede aplicar clormecuat o 2, 3, 5
triodo-benzoico, sobre plantas jóvenes para disminuir el crecimiento y
favorecer la emisión de raíces y acelerar la floración. Estos reguladores de
crecimiento inducen un proceso de endurecimiento, lo que permitiría una mayor
resistencia al estrés hídrico, salino y térmico. De todas formas estas
aplicaciones dan resultados algo contradictorios, siendo algunas aplicaciones
satisfactorias y otras no tanto.
Otra opción es retrasar la siembra, para que en
el momento del transplante las temperaturas no sean tan altas. Si bien ello
puede traer como consecuencia que se produzca la antesis floral en momentos que
las temperaturas ya son bajas. Esto ocurre especialmente en zonas, donde los
cambios climáticos son abruptos entre el fin del verano y el otoño.
Una vez realizado el transplante pasan algunos días
hasta que se retoma el crecimiento, luego la planta sigue formando hojas (8-12)
y posteriormente se desencadena la floración. Los brotes que salen de las
axilas foliares, se eliminan hasta la cruz. Esto permite manejar correctamente
la competencia por asimilados y además se logra una mejor ventilación cerca
del suelo, lo que mejora el control de enfermedades.
Floración
y fructificación
La inducción de la floración en plantas de
pimiento no es afectada por el fotoperíodo, la inducción se realiza
fundamentalmente por sumas térmicas, luego que la planta produce entre 8 y 12
hojas según la variedad o híbrido. Es importante que la antesis floral se
realice cuando las temperaturas son óptimas.
En la zona hortícola Santafecina, se realiza el
cultivo de pimientos bajo invernáculos no calefaccionados durante los meses
invernales. Las temperaturas se caracterizan por ser adecuadas durante el día y
desfavorables durante la noche.
Era común que en la zona se implanten los
cultivos en los meses de marzo y abril. De esta manera las primeras flores
entraban en antesis cuando las temperaturas nocturnas son bajas. Las plantas
cultivadas bajo estas condiciones presentan flores que caen, otras que forman
frutos normales y el resto produce frutos partenocárpicos, los que pueden ser
chatos y deformes y de bajo o nulo valor comercial.
Las temperaturas óptimas durante el día, se
logran sin inconveniente, pero las temperaturas nocturnas (dentro del
invernadero) frecuentemente son inferiores a 10º C llegando a temperaturas de
-3º C o menos. En esta región se comienza intentar calefaccionar a 15º C, de
esta manera los problemas disminuirán. De todas maneras es común la práctica
de calefaccionar solo para la lucha contra heladas.
Hace más de medio siglo que Cochram señaló a
la temperatura como el factor ambiental más importante en la floración y
fructificación en las plantas de pimiento. Cuando la planta es joven y recibe
temperaturas inferiores a 10º C se produce la caída de flores. Pero en plantas
de más de cien días de edad se realiza el establecimiento a menos de 8.5º C.
A altas temperaturas (35º C) se induce la caída de flores, supuestamente
relacionada con el estrés hídrico.
En plantas que presentan una buena masa foliar,
las fluctuaciones de temperatura entre 35º C de día e inferiores a 10º C
durante la noche, producen frutos que normalmente son partenocárpicos y
deformes.
Estas deformaciones también fueron observadas en
frutos seminados, pero es menos frecuente.
Los diferentes cultivares responden en forma
distinta a bajas temperaturas nocturnas, cuando se presentan combinadas con
otros factores ambientales limitantes como: baja intensidad luminosa y fotoperíodo
corto o mal estado nutricional.
Cuando se realiza un examen anatómico a frutos
formados a bajas temperaturas , se observa la falta de semillas que no
corresponde a una falta en la cantidad de polen, sino al lento crecimiento del
tubo polínico en el estilo y la parte superior del ovario. De todas maneras el
polen estimularía el crecimiento del ovario. También se observa que los pétalos
no se abren, los estambres son más cortos y el ovario es de mayor tamaño.
Estos frutos frecuentemente presentan poco crecimiento estilar, quedando
deprimido el extremo apical y el desarrollo de la placenta es pequeño. También
pueden encontrarse estambres carpeloides que continúan creciendo luego de la
antesis, todo ello conduce a un fruto deforme de bajo o nulo valor comercial.
La influencia de la temperatura sobre el modelo
morfogénico en las flores de pimiento, podría ser explicado por medio de los
cambios que se producirían en contenido endógeno hormonal. Muchos supusieron
que la solución al problema sería similar a la caída de flores en tomate,
para lo cual la aplicación de auxinas y giberelinas a las flores acabaría con
el problema.
En nuestras experiencias no se pudo lograr la
estimulación del crecimiento de los frutos en condiciones normales, cuando se
los cultivaba a bajas temperaturas. Ni la aplicación de auxinas ni giberelinas
mejoraron el crecimiento de los frutos.
Suponemos que las bajas temperaturas modifican el
patrón de crecimiento del cultivo y en especial el de los frutos. Cuando las
temperaturas nocturnas descienden por debajo de los 15º C comienza a afectarse
el crecimiento de los brotes y hojas, y las flores no se abren, pero los frutos
establecidos continúan creciendo y los nuevos frutos que se establecen
normalmente son partenocárpicos de forma normal.
Cuando las temperaturas descienden hasta 5 o 3º
C, se produce un daño en los ovarios de los frutos que en ese momento se
establecen y cuando crecen presentan las deformaciones ya comentadas. Si las
temperaturas descienden aún más, hasta -1º C, se presentan daños por
heladas, que son de diferente magnitud, dependiendo de la edad de la planta y si
ésta sufrió algún proceso de endurecimiento.
Es recomendable que las siembras se realicen
temprano, a principio de enero en la región de Santa Fe. De esta manera la tasa
de crecimiento vegetativo es alta hasta la antesis de las primeras flores . En
este momento las temperaturas nocturnas son aún altas, lo que permite un
adecuado establecimiento de los primeros frutos. Posteriormente cuando las
temperaturas descienden hasta 3 o 5º C y las tasas fotosintéticas ya no son
demasiado altas, el crecimiento vegetativo disminuye y solo se mantiene el
crecimiento de los frutos ya establecidos. En primavera cuando los primeros
frutos han finalizado su crecimiento y las condiciones de luz y temperatura
mejoran, comienza nuevamente a incrementar el área foliar y el establecimiento
de nuevos frutos.
En invernaderos de la FAVE se están haciendo
ensayos, combinando calefacción con la aplicación de ácido giberelico al
follaje. La giberelina induciría una estimulación de los brotes, estos se
mantendrían creciendo a menores temperaturas, con el posible ahorro de
combustible para la calefacción.
De contar con calefacción económicamente
viable, la estrategia de producción del cultivo podría variar. La siembra podría
realizarse más tarde, cuando las temperaturas no comprometen el transplante y
cuando la radiación ya sea menor. De esta forma se podría mejorar la
interceptación lumínica. En el momento que las plantas aumenten en forma
exponencial su área foliar, la radiación incidente también comenzaría a
aumentar (primavera). Ello permitiría que en los momentos de menor intensidad
lumínica (invierno), el cultivo presente un bajo índice de área foliar, lo
que evitaría el autosombreamiento de las hojas. De todos modos, se plantea
realizar el cultivo durante los 12 meses del año, comenzando la siembra más
tarde y finalizando el cultivo al año siguiente.
Este plateo de cultivo, presentará las
dificultades de ventilación y refrigeración de los invernaderos durante el
verano, para ello se podrá recurrir a las técnicas de sombreamiento, ya sea
con mallas comunes o pantallas, o a la aplicación de agua pulverizada en micro gotas
(sistema fog) para favorecer la evaporación y su posterior extracción
del invernadero. Es conveniente para favorecer la refrigeración del
invernadero, tener un cultivo con un IAF alto.
Es común que algunos productores, extraigan el
primer fruto con la idea de obtener una planta de mayor tamaño . El crecimiento
rápido de los frutos hace disminuir el crecimiento vegetativo. Esto es más
marcado en una planta de poca área foliar, pues presenta poca tasa fotosintética
y por ende la competencia entre los destinos es más marcada. Nosotros
recomendamos la extracción del primer fruto si las condiciones de fotosíntesis
se ven disminuidas ya sea por poca área foliar o factores adversos de
luminosidad o temperatura.
No de debe confundir las causas de abscisión floral con la falta de crecimiento o deformaciones de los frutos. Algunas
plantas suelen presentar un excesivo crecimiento vegetativo y una completa caída
de las flores y frutos en las primeras ramas florales. Esto puede deberse a que
el crecimiento vegetativo aumente porque las flores abortan, o por el contrario,
que las flores se caen porque el crecimiento vegetativo es exuberante. Pensemos
que lo más común es esto último en el caso de pimiento. Ello puede deberse a
que en el momento de antesis floral o algo antes, las condiciones favorezcan el
crecimiento de la parte vegetativa, ya sea por buenas condiciones hídricas y
una relación N-K muy alta. Además, si se produce la caída de flores y la
fotosíntesis es baja, este efecto se puede acrecentar. La fotosíntesis puede
disminuir por baja luminosidad, y al encontrarse con alto contenido de N, se
privilegia la síntesis de proteínas que conducen al crecimiento foliar y no
permiten el crecimiento reproductivo de las flores siguientes.
En experiencias de poda de los brotes superiores
a la primer flor, como sugieren algunos autores, no se observaron ventajas, ni
en el crecimiento de los frutos ni en el crecimiento de las otras partes de la
planta. Esto es debido a que la planta misma detiene el crecimiento de las
ramificaciones que van hacia el centro de la planta donde están más
sombreadas, parecería entonces que ocurre una poda natural.
Fuente: INTA
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